Lago de la Media Luna, el oasis que da vida al desierto de Gobi

Entre el norte de China y el sur de Mongolia se extiende la zona desértica más grande de Asia, y la quinta mayor de todo el mundo, con una superficie que supera con facilidad el millón de kilómetros cuadrados de superficie. Aunque sea más propio de una leyenda o relato histórico, en el árido desierto de Gobi sí es posible encontrarse un auténtico paraíso entre las dunas de arena.

Nos referimos al conocido como «Lago de la Media Luna» (Crescent Lake), un verdadero oasis localizado a las afueras de la ciudad china de Dunhuang, dentro de la provincia de Gansu. Cuesta creer que haya perdurado más de 2.000 años con un clima tan extremo, pero afortunadamente sigue formando parte de uno de los cuatro grandes arenales de China, y haciendo las delicias de todo turista que llega hasta Dunhuang, un punto importante en la antigua Ruta de la Seda.

Flickr: Patrik Jonsson

¿Cómo se mantiene intacto? Gracias al relieve y al particular movimiento de la arena en la zona, la arena que cae desde las montañas que rodean al lago pasan alrededor de él cayendo justo al otro lado. Esto provoca que las dunas de mantengan siempre a una distancia prudencial. Los 100 metros de largo por 25 de ancho del Lago de la Media Luna se nutren de manantiales profundos. Por lo tanto, es más probable que la falta de agua acabe con el oasis antes que la arena. De hecho, las autoridades han intentado rellenarlo en varias ocasiones.

Dada su importancia, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Tal tesoro natural no para de atraer turistas interesados en sus peces, sus arenas de cinco colores y los siete tipos de hierba que rodean a la media luna. Por otro lado, el desierto circundante también ofrece planes como paseos en camello, escalada sobre las montañas de arena o excursiones en 4×4. En este desierto ni vas a ver alucinaciones, ni te vas a aburrir.