El Lago de Champagne, en Nueva Zelanda

El país de Nueva Zelanda está repleto de zonas termales: lagos y piscinas naturales en forma de cráter que albergan agua con una media de 75ºC de temperatura. A menudo se relacionan con el champagne porque sus aguas expulsan dióxido de carbono, recordando a las burbujas del champagne.

El pequeño lago del que vamos a hablar fue bautizado como ‘Champagne Pool‘. Está situado en la zona termal de Wai-O-Tapu, en la región de Waikato. Con unos 900 años de antigüedad, se dice que, a escala geológica, es una formación relativamente joven.

Las dimensiones del cráter donde se sostiene el lago son de 65 metros de diámetro por 62 metros de profundidad, aproximadamente.El agua de la zona más profunda puede llegar a estar a 260ºC de temperatura. Al llegar a la superficie se enfría por el contacto con la atmósfera.

Posee una llamativa mezcla de colores en su orilla. Sustancias como el oropimente y la estibina se encargan del color anaranjado. Y por otro lado, el sílice proporciona el tono grisáceo. Es un foco perfecto para los estudios de los científicos, ya que se ha observado que existen numerosos tipos de bacterias en él.

En definitiva, el ‘Champagne Pool‘ es un destino turístico imperdible para turistas exploradores que le gusten las tierras vírgenes y peligrosas como éstas. Eso sí, recordad que está totalmente prohibido el baño.