El Islote de Gaztelugatxe, el viacrucis de Bermeo
Recientemente elegido como una de las siete maravillas rurales de España 2013, el Islote de Gaztelugatxe despierta el interés de cada turista que se acerca a la costa de Vizcaya, ya sea por su su riqueza natural, sus tradiciones y creencias religiosas, o por el viacrucis que supone subir hasta la ermita que corona el peñón.
El islote se encuentra estratégicamente situado entre los pueblos marineros de Bermeo y Bakio, unido a la costa por un puente rasgado en un acantilado de roca flysch, un fenómeno natural que en la Península Ibérica sólo se puede contemplar en la Cornisa Cantábrica. Este modelo de erosión configurado por la batalla entre la tierra el mar, ha sido catalogado como Biotopo protegido.
Uno de reclamos más importantes a la hora de visitar el peñón es la ermita que la culmina en su punto más alto, a 80 metros sobre el nivel del mar. Se trata de una pequeña iglesia dedicada a San Juan, y aunque sus orígenes no están del todo establecidos, se contempla que data del siglo X.
La tradición de subir y tocar tres veces la campana de la ermita tiene un gran mérito, pues significa que antes se han superado los 231 escalones (o 239 como recogen otras fuentes) que permiten la subida. Dicha escalinata está considerada como una de las más espectaculares y peligrosas del mundo, un auténtico viacrucis.
Dejando a un lado las leyendas, el Islote de Gaztelugatxe puede presumir de sus tradiciones y creencias religiosas. Cada 24 de Junio, en las fiestas de San Juan, se celebra una tradicional romería en la que gente de Bermeo y sus alrededores acuden en peregrinación a pie de la ermita, para cumplir con sus promesas realizadas.